Zanda: La Carcelaria, el sonido de la jaula

Primeras funciones

Reseña

Firmes ante la necesidad provocada por la existencia, aquella que asume el ejercicio de observar, especular y analizar lo acontecido con un ojo creativo y transformador. Esa ha sido la actitud con que Zanda, movimiento de danza al revés, ha cimentado un camino propio el cual se sitúa estéticamente al margen de lo convencional, pero al mismo tiempo en el centro de la interpretación de ciertos vestigios culturales, referentes de un pasado cargado de mestizaje y creencias populares, que se resisten a desaparecer.

A partir de dicha perspectiva y desde el año 2003 en adelante, Zanda comienza una incesante evolución. A través de la dirección de la coreógrafa e intérprete Francisca Keller, la compañía ágilmente da inicio a su carrera a partir de pequeñas intervenciones urbanas y propuestas vanguardistas que conjugan cuerpo, sonido y audiovisual. Así, sucesivamente, se le confieren nominaciones e invitaciones a festivales dentro y fuera de Santiago, incentivando y conduciendo al Movimiento de Danza al Revés, a la investigación y creación profesional de sus propias obras. Fruto de esta perseverancia fuimos espectadores de “La Carcelaria, el sonido de la Jaula”, obra que se sumerge en la revisión de los paradigmas identitarios, propios del costumbrismo, a fines del siglo XIX. Gracias a su original puesta en escena, fue seleccionada por el Fondo de las Artes 2008, estrenada en Matucana 100 y re estrenada en el teatro UC, como parte del festival Internacional Santiago a mil 2009.

Inmediatamente después del impacto de La Carcelaria, hemos de enterarnos de la última propuesta artística de Zanda, la que resulta de una investigación histórica que reitera la obstinada voluntad por descifrar la simbología oculta en la sombra de la conciencia colectiva e individual, precisamente, enfocándose en las manifestaciones espiritistas en Chile, a inicios del siglo XX.

viernes, 19 de diciembre de 2008

La Carcelaria, el sonido de la jaula

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