martes, 5 de abril de 2011

CARNADOS, la seguridad de los imbéciles - promocional



El nuevo montaje de la compañía se distingue de los anteriores por inaugurar una etapa creativa en Zanda, puesto que, aún cuando la raíz temática pertenece a una esfera psicosocial que interpela al ser humano a partir de un fenómeno colectivo, la propuesta trae consigo una estética innovadora. La utilización de tecnologías, se disponen en función de la creación de una meta-escena: concepto que alude a una dimensión efectista que va más allá de lo teatral, en donde se hace posible visualizar un cuerpo que no pertenece al mundo material y que interpreta un cuestionamiento al personaje real, es decir, al cuerpo vivo, corroído y afectado por la muerte.
La conexión entre un discurso de naturaleza corpórea y su complemento espiritual, contrasta con la carencia de un sujeto contemporáneo que busca sublimación de manera fragmentada y que de manera inconciente, deja atrás fracciones esenciales de su propia existencia.

Finalmente, cada uno de los personajes -un arquitecto, un realizador audiovisual, una coreógrafa, músicos y bailarines- entran en escena, con la virtud, tanto de su técnica, como del carácter propio que identifica su personalidad en la vida real, elemento clave de la idea original, en donde la interpretación fundamentalmente implica, la fusión de la realidad con el movimiento de una ficción.

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